Los diferentes métodos de valoración de proyectos de inversión se basan, generalmente, en el cash-flow o corriente de flujos monetarios que dichos proyectos generarán en el futuro generando el concepto de flujos de inversión.
Toda inversión lleva asociado unos flujos de cobros y pagos, de tal modo que ésta interesará llevarla a cabo siempre que, en términos absolutos, los primeros superen a los segundos. Pero también toda inversión lleva asociado unos flujos de ingresos, provenientes de la ventas que realizan, y de gastos como consecuencia de estas ventas.