Como pasa con toda moneda, el Bitcoin necesita tener una forma de ser regulada, es por ello que Satoshi Nakamoto, su creador estableció reglas del Bitcoin que se lo permitieran.
Frecuencia de creación de Bitcoin
En las reglas del Bitcoin se estipula que cada diez minutos una nueva moneda llegaría al mercado, pero el ritmo de creación cada vez será más reducido.
En su creación por cada bloque resuelto por los mineros estos obtenían como remuneración 50 unidades de Bitcoin, al llegar a 210.000 bloques resueltos la remuneración disminuye en un 50% y así sucesivamente. Se estima que para el año 2018 la remuneración era de 12,5 unidades de Bitcoin por bloque validado, a este proceso se le conoce como halving.
A diferencia de las monedas comunes, el Bitcoin se creó con un suministro fijo perpre-establecido y un «calendario de inflación» predecible. Solo habría 21 millones de unidades de Bitcoin, lo que las hace escasas y, esto sumado a su utilidad, influye directamente en su valor de mercado.
Se estima que para el año 2140 se alcanzará el límite de 21 millones de unidades de Bitcoin. En un principio este límite puede parecer una «limitación» pero en realidad es otro de los atractivos que tiene, la posibilidad de obtener los bitcoins de propia creación en un tiempo limitado asegurándose de que la cantidad de unidades no se dispare disminuyendo su valor.
Ahora bien, sabiendo que el ritmo de creación desciende, el coste de transacción para los mineros se incrementa debido a que los los problemas matemáticos se vuelven más complejos teniendo que invertir más en ordenadores.
Es importante saber que la recompensa en Bitcoin no es el único incentivo que reciben los mineros, también existen las tasas de transacciones (una forma de comisión). Se cree que estas tasas de transacciones cobrarán mucha más relevancia al llegar al límite de 21 millones de unidades.
Seguridad de los Bitcoins
Según Satoshi Nakamoto el Bitcoin siempre será una red segura mientras existan más nodos computacionales defensores de la red capaces de generar una potencia en sus respectivos CPU superior al de cualquier atacante. En otras palabras, es necesario que existan más ordenadores defendiendo el sistema que los que atacan.
Minería de los Bitcoins
Cuando hablamos de mineros de Bitcoin nos referimos a ordenadores muy potentes que están constantemente resolviendo algoritmos matemáticos que validan las transacciones realizadas entre los usuarios del sistema y ligando los bloques para formar la cadena.
Ya que los mineros están constantemente validando transacciones, estos son los responsables de asegurar que la red funcione y sea segura evitando así las falsificaciones. A cambio de dicho trabajo, son remunerados con Bitcoins. El minero que consiga validar primero un bloque recibe su gratificación en unidades de Bitcoin.
De acuerdo con el World Economic Forum, la energía necesaria para minar un Bitcoin es la equivalente a la que necesitaría una familia durante un mes por lo que los costes de transacciones de los mineros (costes de energía y costes de hardware) hace que no cualquier persona con un ordenador personal pueda dedicarse a la minería. Para minar Bitcoin es necesario una capacidad de hardware y energía alcanzable sólo a partir de una dedicación exclusiva.
Como podemos ver, las reglas del Bitcoin creadas por Satoshi Nakamoto existen para asegurarnos de que tanto la minería como la seguridad de la criptomoneda se lleven a cabo de una manera eficiente.