La regla de oro de la financiación o regla dorada de la financiación afirma: «Debe haber acuerdo entre la duración del inmovilizado del activo y el tiempo por el cual el capital empleado cubra el capital disponible que se necesita financiación.«
En otras palabras:
«El período de financiación del capital no debería ser de menor duración que el período que se necesita en un activo determinado.»
El resultado es que el acogimiento a esta regla de oro de la financiación dé a la empresa la capacidad de asegurar su habilidad para pagar siempre, mientras se observe sus obligaciones de reembolso. Sin embargo, la liquidez describe la capacidad de la empresa en sus obligaciones de sus futuras deudas, mientras sus operaciones siguen normalmente.
Pero esto también significa que los excedentes del proceso de ventas no solo debe cubrir el reembolso y los intereses del capital prestado sino también los gastos de los materiales salarios e impuestos.
Siguiendo la regla de oro de la financiación, de este modo, solamente se asegura la liquidez en las siguientes condiciones:
- La suma invertida de capital es totalmente liberada por el proceso de ventas.
- Que sea posible una prolongación o sustitución de la cantidad de reembolso de capital.
- Todos los gastos por pagar pueden también ser justificados siguiendo el proceso empresarial.
Sin embargo, debería notarse que la armonización de los vencimientos no es decisivo para el mantenimiento de liquidez, sino la habilidad de la empresa para enfrentarse a nuevos préstamos cuando sean necesarios o ampliar los antiguos. En este caso, la decisión depende principalmente de las puntualizaciones con los préstamos más recientes que han sido cumplidos y en toda la solvencia en general de la empresa.
Más adelante, se remarcará que la regla dorada de la financiación puede contradecir la demanda de los ingresos más probable de capital empleado.
Si la renta por inversión es más grande que la amortización financiera y el interés de los pagos de desembolsos necesarios debidos a la financiación externa, el excedente puede ser usado para pagar otro préstamo de capital. Esto supone que el vencimiento del préstamo de capital puede ser menor que el tiempo que el capital este inmovilizado en inversiones; si el capital no ha sido librado a tiempo del pago puede ser sustituido con capital propio. La financiación ateniéndonos a la regla dorada de la financiación puede ser un inconveniente especialmente en el caso de capital externo caro.
La regla dorada de la hoja de balance
La regla dorada de la hoja de balance en su forma más restrictiva dice que los activos fijos deben ser financiados con fondos a largo plazo, esto es, capital propio y capital prestado a largo.
Esta regla empírica puede ser ampliada diciendo que todo capital inmovilizado a largo debería ser financiado a largo. Parte del activo circulante puede ser financiado a corto.