Para hablar del efecto apalancamiento es preciso entender que la rentabilidad sobre los recursos propios (ROE) y la rentabilidad de los activos (ROA) en la empresa están íntimamente relacionados. Supongamos una empresa sin deudas, su ratio deudas/recursos propios es cero. En este caso el ROE coincide con el ROA.
Siendo:
- B= Beneficio neto actual.
- RP= Recursos propios.
- RA= Recursos ajenos.
- i= Interés sobre capitales ajenos.
La rentabilidad sobre la inversión (ROA) depende exclusivamente de la sociedad productiva y no de cómo se financia. Sin embargo, si existe endeudamiento, la deuda tiene un efecto sobre la rentabilidad de los recursos propios (ROE). El ratio de endeudamiento y el ROE están íntimamente relacionados.
Con un ratio endeudamiento t=RA/RP>0 y un tipo de interés i como coste de los recursos ajenos, tendremos:
La rentabilidad sobre los recursos propios puede representar por tanto como una función lineal del ratio de endeudamiento.
Ejemplo del efecto apalancamiento
En una empresa constructora-promotora inmobiliaria con un retorno sobre los activos igual al 11% la rentabilidad de los recursos propios suponiendo:
Ratio de endeudamiento t= 3 e intereses i=8%, sería:
ROE=ROA+t(ROA-i)=11%+3(11%-8%)=20%
Acudiendo a endeudamiento ajeno, la rentabilidad sobre el capital propio ha subido al 20% con la rentabilidad sin deuda, los propietarios obtienen prácticamente el doble de rentabilidad.
Se deduce sencillamente que una empresa debería endeudarse en tanto en cuanto la diferencia ROA-i sea positiva.
Hay un segundo aspecto a considerar: el riesgo. En el caso anterior, si por las circunstancias que fueran el beneficiario anual cayera, el efecto apalancamiento afectaría en contra del ROE.
El efecto apalancamiento refuerza por tanto los efectos positivos y los negativos sobre la rentabilidad de los recursos propios.