Planificar la absorción de capital que es necesario en el activo circulante, planes para ampliar la capacidad en un futuro que dará como resultado muchas existencias en el almacén, clientes por pagar y altos costes. Además, costes parciales de provisión de fondos que deben tenerse en cuenta, pues pueden llevar a una restricción financiera.
Las necesidades de capital en el activo circulante resultan, en particular, del tiempo invertido desde el tiempo de transcurso entre la obtención de materias primas o mercancías y los necesarios pagos tanto externos como internos, que son prestados a la empresa con retraso.
Para determinar las necesidades de capital, se valora el período de tiempo detallado durante el cuel es necesario que el capital esté inmovilizado en el activo circulante.
Esto se calcula estimando el tiempo medio del stock o stocks medios al menos el periodo de pago a los acreedores. Además hay que añadir la medida de pago de los clientes. El resultado es llamado Ciclo de caja. Sin embargo el ciclo de caja no solo determina las necesidades de capital, sino también el volumen de existencias. Pero el volumen de stock y el número de productos terminados en almacén es decidido cuando la gestión adopta fundamentalmente tanto la orientación de alta seguridad, como una política financiera orientada a la rentabilidad.
La dirección decide si es preferible un nivel alto de servicio con el coste asociado de financiar a más riesgo, o una estrategia pobre de bajo activo circulante. Este aspecto se discutirá con más detalle. Por ejemplo en la gestión de la liquidez.
- Dinero en mano, liquidez
- Cuentas por pagar
- Productos terminados
- Productos de publicidad, demostración o cortesía
- Productos usados a cambio de la compra de nuevos (dependiendo del tipo de explotación)
- Recambios
- Accesorios
- Stock de suministros
- Coste de personal
- Otros costes de dinero efectivo no relacionados con gastos de personal.