La regla para el análisis de la estructura vertical del capital implica solo la composición del capital y de este modo una parte del análisis financiero el cual no tiene que ver en la relación con los activos, esto es, el empleo de los fondos. La regla dice que el «ratio del capital propio en el balance total no debería estar por debajo de un cierto mínimo«.
Ratio de autofinanciación = Capital propio / Balance total
El ratio de autofinanciación muestra la contribución de los inversores de capital propio en la financiación total y de este modo, el conjunto de los riesgos empresariales. Cuanto más alta sea la proporción del capital propio respecto al balance total (o activo total), más independiente será una empresa con los prestamistas externos. De otra manera, un bajo ratio de autofinanciación indica un incremento de susceptibilidad de la empresa en caso de crisis, un ratio de capital propio apropiado es por lo menos un 30% del capital total.
En el análisis del balance, la relación del préstamo (financiación exterior)con el capital propio se caracteriza por el ratio de «deuda – propio».
Ratio Deuda – propio = Capital prestado / Capital propio
Una estricta interpretación de la regla para el análisis de la estructura vertical del capital es que el ratio debería ser 1:1 como máximo. Si se da esta implicación es, porque, por un lado el empresario debería contribuir en la financiación al menos tanto como los acreedores, aunque en la práctica varía en función sobre todo del período medio de maduración de la empresa o ciclo de caja de la misma.
Por otro lado, un bajo ratio de «deuda-propio» aumenta la oportunidad para la empresa para aprovecharse de recursos de capital exterior en el futuro. Esto tiene gran importancia particularmente en las empresas de gran expansión que al principio tenían que financiarse con capital propio, y más tarde en mayor grado con capital exterior.