Para hablar del valor de adquisición, es preciso entender que el valor adquisitivo de una unidad monetaria al principio de un período es mayor que el valor adquisitivo de una unidad monetaria a finales del mismo periodo, porque habiendo subido los precios podemos, con el mismo valor efectivo, comprar más al principio del período que al final. En el primer caso, hay más unidades monetarias; en el segundo caso cada unidad monetaria vale más.
Naturalmente que ambos valores afloran en la realidad conjuntamente. es más, en caso de que exista inflación el valor cronológico y el valor adquisitivo se acrecientan y disminuyen en el mismo sentido.
En efecto: ¿A qué equivale una cantidad C0 al cabo de un período en un entorno inflacionario de tasa anual f (tanto por uno) y cuyo interés real devengado es i (tanto por uno)?
Ci = C0 (1+f) | x | (1+i) u.m |
Por inflación | Por capitalización |
No obstante, lo normal es que el prestamista incorpore, de una u otra manera, la tasa de inflación al tipo de interés, que se convierte así en un tipo aparente.
Por ejemplo, en el caso anterior el tipo de interés apante equivalente sería:
Ci = C0 (1+f) (1+i) = C0 (1+r)
R = (1+f) (1+i) -1 = C0 (f+rfi)
En donde r el el tipo e interés aparente del préstamo. Para n períodos tendremos:
Cn = C0 (1+r)n = C0 (1+f)n (1+i)n
que conduce a la misma expresión anterior que resulta así de carácter general.