Una de las preocupaciones constantes de organizaciones como la IFRS es el refuerzo y consolidación continua de las normas NIIF. De hecho, en su discurso del pasado junio, Hans Hoogervorst (Chair of the International Accounting Standards Board), dentro de lo que ha de ser la preocupación de un contable, esto es; no pretender mover o influir en los mercados, sino describir la realidad económica con la mayor fidelidad y neutralidad posible, mostraba como este objetivo es difícil de alcanzar debido a algunas vulnerabilidades de la contabilidad propias de la mezcla entre técnicas de medición actuales e históricas.
Es reseñable como a colación del párrafo anterior, en la última década, el IASB ha trabajado duro para reducir algunas de las vulnerabilidades observadas. Normas como las NIIF 9 o la NIIF 15 se han visto implementadas y desarrolladas para hacerlas más sólidas y comparables a nivel mundial; calidad que también ha sido incorporada a la NIIF 16 que reconoce todos los pasivos por arrendamientos.
De cara a decidir la importancia que tienen los asuntos a tratar en el mundo de la contabilidad, los criterios son:
- La importancia para los inversores
- La existencia de deficiencias en la manera que se está informando
- La tipología de compañías donde es probable que afecte y si es prevalente en determinadas jurisdicciones
- Lo importante que es el asunto para las compañías
- La interacción con otros proyectos
- La complejidad y viabilidad del Proyecto potencial y su solución
- La capacidad del Consejo y los stakeholders para abordar el problema y darle una solución
Atendiendo a estos criterios expuestos, los proyectos de importancia para IFRS, dentro del periodo 2022 -2026, son:
- Proyecto de mantenimiento y aplicación consistente
- Proyectos a investigar
- Proyectos en reserva
Es dentro de los proyectos a investigar para el citado periodo donde están los activos intangibles, no en vano, también en palabras de Hans Hoogervorst, estos activos cada vez son más importantes como motores de valor para las empresas, y éstos mismos escapan en gran medida a los estados financieros actuales.
La norma vinculada a estos activos es la International Accounting Standard 38.