Antes de hablar de competitividad y sector exterior es preciso entender que nos encontramos en tiempos en los que todos y cada uno de los productores nacionales se encuentran ubicados en un mundo global, lo que se traduce, claramente, en el cumplir con unas nuevas exigencias económicas alcanzables a través de un mayor conocimiento, apuesta por la innovación y la creatividad.
Debemos ser conscientes, y suficiente literatura existe al respecto, de que la propia globalización nos lleva hacia un terreno cuyo tránsito es más complejo, sobre todo para regiones marginales. A su vez, y dese un punto de vista general, debemos tener en cuenta lo que tantas veces se ha venido reseñando desde distintas fuentes, y que no es otra cuestión que la ayuda directa al proceso de internacionalización y a la capacidad de crecimiento de una organización mediante:
- El favorecimiento en las tareas de innovación en producto.
- Cambios en el enfoque de mercado.
- Mejora en los métodos de venta y distribución.
- Establecimiento de una adecuada estructura organizativa.
Las organizaciones que crecen, por tanto, deben tener cierta percepción oportunista y productiva del entorno; buscar el crecimiento controlado en función de sus necesidades y capacidades; han de poseer cierta cultura de la innovación, en productos o procesos; y, por último, han de participar productivamente en redes empresariales y organizacionales como puede ser acudir a diferentes ferias comerciales u otras actividades de promoción.
Como toda decisión empresarial, internacionalizarse a través de la exportación tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Citando textualmente el estudio sobre la internacionalización de la empresa española realizado por el profesor Alfonso Ortega, las ventajas e inconvenientes serían:
Ventajas:
- El acceso a los mercados exteriores permite diversificar el riesgo de las operaciones comerciales.
- Aumento de la facturación sin que ello conlleve un incremento de la presión competitiva en el mercado interior.
- El acceso a nuevos mercados nos permite recabar información acerca de nuevas ideas, nuevos productos, nuevas ideas sobre cómo actuar, etcétera.
- El acceso a mercados exteriores nos permite alargar el ciclo de vida del producto.
- El aumento de las ventas reduce los costes unitarios de producción y potencia las economías de escala.
- La internacionalización hace que la empresa genere una mejor imagen y prestigio.
Inconvenientes:
- El acceso a nuevos mercados con diferentes ámbitos o cultura puede hacer que debamos modificar nuestros productos, envases, etcétera.
- Necesidad de adaptar el producto debido a las diferentes regulaciones de los mercados.
- Contratación de nuevo personal especializado en idiomas y en los mercados de destino.
- La organización de la distribución siempre es más complicada que si solo nos atenemos al mercado nacional.
- En ocasiones aparecerá la necesidad de tener que diseñar un plan concreto de exportación, dada la diversidad y complejidad de los mercados exteriores.
- Incremento de los trámites administrativos.
Por todo lo anterior, y teniendo en cuenta que gran parte de los inconvenientes pueden ser solventados con un buen equipo y el personal adecuado lo que, per sé, hace más competitivo todo el proceso de la organización.