Para hablar del fondo de maniobra primero debemos recordar que ya ha quedado establecido que el equilibrio patrimonial de una empresa (en principio de carácter industrial), se logra cuando los recursos propios (Capital y Reservas) tienen la cuantía suficiente para invertirse o materializarse en el activo fijo inmaterial, activo fijo financiero, stocks mínimos y un porcentaje variable (<50%) del activo fijo material. De todos estos conceptos contables de activo, uno de ellos (los stocks), pertenece a la categoría de activo circulante. Pues bien puede conceptuarse a esta magnitud como el fondo de maniobra, que vendría entonces definido como la parte del activo circulante que es financiada con recursos propios. Su cálculo a efectos prácticos es sencillo, basta con obtener la siguiente diferencia:
(patrimonio neto) + (deuda a largo plazo) – (activo fijo)
O bien:
Activo circulante – pasivo circulante = fondo de maniobra
Ambas diferencias conducen a igual resultado.
Suelen entenderse como «circulantes» aquellos activos que tienen liquidez inmediata (caja y bancos) o que razonablemente se espera que la generen durante el ciclo de operaciones de la empresa (clientes y existencias). El ciclo de operaciones viene definido por el tiempo necesario para que la empresa entre en posesión de sus productos. Los venda y cobre las cuentas deudoras.
Por otra parte, el pasivo circulante esta comprendido por deudas con vencimiento a corto plazo. El corto plazo se define como un período de doce meses por el ciclo de operaciones de la empresa en caso de que este tuviese una duración superior al año. Así, el pasivo circulante recibe también la denominación de exigible a corto plazo.
La diferencia entre el activo circulante y el pasivo exigible a corto plazo recibe el nombre de fondo de maniobra.
También puede determinarse por la diferencia entre los recursos permanentes (deuda a largo plazo más recursos propios) y el activo fijo. Aunque los dos métodos conduzcan al mismo resultado, es preferible el segundo desde un punto de vista conceptual, de manera que en lo sucesivo entenderemos fundamentalmente por fondo de maniobra aquella parte de los recursos permanentes que financian el activo circulante de la empresa.
El ciclo de operaciones
Cada una de las operaciones de compra, fabricación y venta que constituyen al ciclo de operaciones de una empresa supone un empleo de fondos que se materializan en el almacén de existencias o en las cuentas por cobro de clientes. Una empresa que tarda 50 días en transformar las materias primas en producto terminado; 20 días de media en vender ducho producto y concede 30 de crédito a los clientes, viene a tardar 100 días en recuperar en la caja cada euro que invierte en el almacén de materias primas. A este lapso de tiempo se denomina «período de maduración«. Por otra parte, los proveedores de materias primas suelen a su vez conceder unos plazos de crédito que reducen la inversión necesaria en recursos circulantes. En el ejemplo anterior, si los proveedores proporcionan 40 días de crédito, el ciclo de operación en términos de caja se acorta a 50 días, si bien hay que tener en cuenta que los días no son, en este caso homogéneos por incluir el crédito concedido a clientes los costes de conversión mas el margen de beneficios.