Si nos remitimos a la Real Academia Española de la Lengua (R.A.E.), por Emprendimiento e Innovación entendemos «acción y efecto de emprender» y «creación o modificación de un producto, y su introducción en el mercado».
Ambos términos siempre han de estar entrelazados. Si bien el emprendimiento contempla la capacidad de ejecución del proyecto por parte del emprendedor, éste último siempre ha de contemplar un pensamiento innovador como punta de lanza de su idea.
«El precio del éxito es trabajar duro y la determinación de que, sin importar si perdiste o ganaste, diste lo mejor de ti mismo en el proyecto» – Vince Lombardi, entrenador de los Empacadores de Green Bay.
Las palabras de Vince Lombardi dejan claro que un emprendedor es un gran trabajador, no se trata de un sabio, como tampoco se trata de un jefe; se trata de un descubridor de necesidades donde otros sólo ven problemas y ofrecerles solución.
Todo emprendedor ha de disponer de una capacidad de imaginación y de creatividad suficiente para plantear el paso a ser innovador. El ser originales y diferentes, y el tener capacidad de respuesta, de cambio o de adaptación hará que, como emprendedores, puedan sobrevivir en un entorno en constante cambio. Y es que, un emprendedor, ha de innovar o, estar preparado para innovar, en todo. Contemplar en todo momento el emprendimiento y la innovación en su conjunto.
Pero ¿cuáles son las principales innovaciones que ha de considerar un emprendedor?, además de la consabida tecnología es necesario innovar en:
- Sistemas y tecnologías de la información.
- Aspectos comerciales.
- Gestión.
- Organización.
Al hablar de innovación, hemos también de reflexionar sobre ¿qué la hace más exitosa? Y sobre todo, el camino que hay que tomar para que esta llegue a ser exitosa.
Avanzar en el concepto de la innovación supone la necesidad de conocer el concepto de organización y la composición de esta. Pues bien, una organización es una entidad económica, financiera, social y jurídica compuesta por un conjunto de inputs que se han de transformar en outputs. Como inputs, podemos destacar los que conforman los clientes, los productos, las inversiones a largo plazo y las de corto plazo, la tesorería y los deudores que han de combinar el personal, los equipos y la información para generar los outputs anteriormente mencionados. Es precisamente, en el momento de la combinación, también denominada transformación, cuando una organización se puede diferenciar de otra combinando de diferente forma los recursos, los inputs para así generar nuevos outputs, nuevos productos.
La conjugación perfecta de emprendimiento e innovación ha de ser una constante en el pensamiento de todo emprendedor, de todo innovador.