Aunque el concepto de la economía circular no es del todo nuevo, este ha cobrado mucho impulso tanto entro los estudiosos como entre los profesionales, pese a ello sus críticos afirman que puede significar muchas cosas diferentes para diferentes personas. En la actualidad este concepto se ha vuelto popular, especialmente por la promoción que le han dado la Unión Europea (UE), varios gobiernos nacionales y muchas empresas y organizaciones al rededor del mundo.
Entre los países que promueven el concepto de economía circular se encuentran Japón, China, Francia, Canadá, Reino Unido, Finlandia, Suecia y países bajos además de la Unión Europea, cuya Comisión ha estimado recientemente que las transiciones económicas de tipo circular pueden crear 600 mil millones de euros de ganancias económicas anuales para el sector manufacturero.
Lo novedoso y realmente interesante de la economía circular es que brinda un sistema económico con un modelo de flujo alternativo al tradicional modelo lineal de extracción, utilización y vertido de materiales y flujo de energía del sistema económico moderno que con el tiempo se ha vuelto insostenible
Concepto de economía circular
Desde los albores del tiempo, la idea de los ciclos de los materiales ha existido y se ha relacionado con el concepto de industrialización. Partiendo de la idea de que la economía circular busca reducir los impactos ambientales negativos y estimular nuevas oportunidades de negocio dentro de la industrialización pese a que el flujo de paso lineal ha dominado el desarrollo general causando graves daños ambientales.
El concepto de economía circular surge a finales de los años 70, atribuyéndosele a Pearce y Turner quienes han descrito cómo los recursos naturales influyen en la economía proporcionando insumos para la producción y el consumo, y como sirven de sumidero para los productos en forma de residuos, además investigaron la forma lineal y abierta y las características de los sistemas económicos contemporáneos. A esto se le suma la obra de Boulding quien describe la tierra como un lugar circular con una capacidad de asimilación limitada por lo que no resulta ilógico pensar que es necesario y vital que tanto economía como medio ambiente coexistan en equilibrio.
La economía circular puede definirse como el proceso de pensar en todos los aspectos de la economía (en global) como algo circular, en lugar de pensar en ello como algo lineal de forma tal que en cada fase se tenga en cuenta las siguientes. Todo esto partiendo del hecho de que en lugar de producir mucho es necesario pensar en producir mejor, ahorrar lo máximo posible en materiales, idear formas de rentabilizar los residuos generados en el proceso de fabricación o pensar en cómo podrían reutilizarse los productos tras su vida útil.
Al conseguir reutilizar los materiales y aprovechar los residuos, la extracción de la materia se minimiza ahorrándose las empresas los altos costes que esto supone y la naturaleza respira. Al hacer esto se estima que se podrían reducir las extracciones en un 70% lo que supone menos material que transportar, menos costes y menos contaminación.
Como los materiales fabricados se crearían pensados para ser reciclados, el esfuerzo que supone fabricar nuevas piezas también se minimizaría. Además los desechos generados siempre se pueden reutilizar y rentabilizar dándole salida en otros negocios.
El enfoque de la economía circular orientada a la política y a los negocios hace hincapié en la reutilización de los productos, materiales y componentes, la refabricación, la reparación, la renovación y mejora. Así como en el uso de la energía solar, eólica, biomasa y la reutilización de energía derivada de residuos en todo el valor del producto y el ciclo de vida del mismo.
La economía circular enfocada en la economía industrial describe las estrategias industriales para la prevención de los desechos, creación de empleo regional, la eficiencia de los recursos y la desmaterialización de la economía industrial. También se enfatiza la utilización de la venta en lugar de la propiedad de los bienes como modelo de negocio sostenible para una economía de bucle, permitiendo que las industrias se beneficien sin externalizar los costos y riesgos asociados a los residuos.
Comprender actualmente como funciona la economía circular y su aplicación a sistemas económicos y procesos industriales nos permite evolucionar para ser capaces de reconocer cómo esta incorpora diferentes características y contribuciones a una variedad de conceptos que comparten la idea de los bucles cerrados.