Por definición por deuda externa se entiende la suma de las deudas que tiene un país con otras entidades extranjeras. Se compone de deuda pública (la que ha contraído el Estado) y por deuda privada (la contraída por organizaciones privadas como empresas y por particulares).
Si bien existe una clara corriente defensora de la existencia de deuda externa puesto que ésta permite la disposición de recursos propios mientras los recursos ajenos solicitados son empleados, la misma generalmente es observada desde un punto negativo puesto que se presupone que la utilización de recursos externos ha de ser eficiente.
Es importante señalar a este punto que los recursos que recibe un país con apuntes directos a la deuda externa pueden ser empleados en distintos sentidos, uno de ellos es la utilización de los mismos para financiar la puesta en marcha de diferentes componentes de proyectos y procesos productivos estratégicos y a largo plazo..
¿Cuáles son las principales motivaciones de la utilización de la deuda externa de manera eficiente?
En primer lugar habría que introducir que por eficiencia se entiende la capacidad de lograr un efecto deseado con el mínimo de recursos posible o en el menor tiempo posible, y es a este punto donde por eficiencia no se dispone si ésta ha de estar basada en medidas sociales o económicas.
Una de las principales motivaciones de la búsqueda de la eficiencia en la utilización de la deuda externa es la mejora futura en las actividades del comercio internacional.
Con todo lo anterior se cerraría el ciclo de la utilización de la deuda externa puesto que si un país consigue una eficiente utilización de la misma esto tendrá un efecto directo en la innovación y serán esos Estados innovadores los que se asegurarán un buen porvenir al seguir financiándose con el comercio internacional, para lo que han preparado a sus entidades y organizaciones.