Por definición, se entiende por los costes de contexto, aquellos costes que inciden negativamente en la competitividad de las empresa y sobre las actividades que estas empresas desarrollan con relación a otras las cuáles también se sitúan próximas a la frontera.
Además, las organizaciones más afectadas por los costes de contexto son las más próximas a la frontera, decreciendo esta afectividad a medida que las mismas se alejan de la frontera.
Por región transfronteriza se entiende la unidad sub-nacional contigua, formado por dos o más Estados nacionales (Markus Permann y Ngai-Ling Sum, 2002). A través de la cooperación transfronteriza, consecuencia de las nuevas actitudes institucionales y económicas respecto al devenir lógico del proceso de integración se consigue mitigar, en gran medida, los efectos de los costes de contexto. El incremento de las actividades frontera se traduce en:
- Promoción de la utilización conjunta de equipamientos y servicios económicos.
- Potenciación de la eficacia de las propias redes de cooperación existentes en el ámbito empresarial.
- Promoción del desarrollo económico y social de las regiones implicadas en la frontera.
- Potenciación de la atención al comercio y de las inversiones locales.
- Promoción de empresas conjuntas, turismo e inversiones en infraestructuras locales.
- Cooperación en ámbitos como al energía, los transportes y la comunicación.
Los costes de contexto se enclavan dentro de las conocidas como Economías de frontera. Esta rama de la economía integra dos o más economías diferentes entre sí en cuanto a aspectos legales, diferentes precios, existencia de intercambios comerciales, etcétera. Como aspecto importante hay que destacar la importancia del establecimiento de los conocidos como espacios de encuentro donde, mediante la cooperación transfronteriza y, una vez mitigados los costes de contexto, se pueden encontrar incluso países completamente integrados.
Para llegar a la integración y la potenciación económica, la mitigación de los costes de contexto se ha de dar principalmente en áreas como el transporte y las comunicaciones, la salud, protección civil, servicios sociales y empleo y, por supuesto, la Administración pública y el desarrollo empresarial.
Si bien la definición de costes de contexto se expresa en un ámbito general, los mismos pueden adscribirse a un sector concreto como por ejemplo los costes de contexto públicos, por lo que podemos entender aquellos obstáculos de naturaleza administrativa a la actividad de las empresas y a la calidad de vida de los ciudadanos en el contexto transfronterizo; o los costes de contexto privados, de afectación a la empresa privada y que hace alusión a la comparación con zonas no fronterizas, reflejándose como aquellos costes extra que una empresa acusa por el mero hecho de estar instalada en un territorio transfronterizo, o por llevar a cabo relaciones comerciales de naturaleza transfronteriza, comparada con otra entidad empresarial que desarrolla su actividad en zonas no fronterizas.
Teniendo en cuenta todas las variables anteriormente mencionadas podremos definir los costes de contexto desde un punto de vista económico como el valor monetario supletorio de los consumos de factores inherentes al desarrollo de una actividad económica destinada a la producción de un bien o servicio, debido a la localización propia del consumo o la producción.